martes, 1 de agosto de 2017

Córrete con... Nami y Robin

Hoy tenemos dos invitadas muy especiales en nuestra sección. Si, el día de hoy, nos van a dejar secos las diosas de los Mugiwara: Nami y Robin. Vaya festival de tetas enormes... Espero que vuestros huevos estén listos para esto...


"*Sueño* Ven aquí, mi amor, estoy lista para que me hagas lo que quieras. Te dejaré hacer lo que siempre has deseado... Si, hoy es el día en el que me rompes el culo, amor mío. Pero antes, haz lo que quieras conmigo, ¿Te gustan mis tetas? Estrújalas... ¿Te gusta mi culo? Tómalo, es todo tuyo... ¿Te gusta mi piel? Recórrela entera, desde mis muslos hasta mis hombros, pasando por mi plano vientre. Sírvete tu mismo, cariño. Si quieres también puedo hacerte un Blowjob de total locura, y lamerte los huevos. Si, eso es lo que haré, quiero que me mires a la cara cuando me meta todo tu escroto en mi boca... ¿No te parece ese motivo suficiente para venir aquí y follarme como un toro?"


"*Sigue el sueño* Espera... ¿Me vas a dejar aquí, esperándote en la cama? Estoy lista para que hagas lo que siempre me has dicho que querías hacer... Penetrarme brutalmente mientras hundes tu cabeza en mi gigantescas berzas. Si ella te ofrece todo su cuerpo, yo también estoy dispuesta. Además, mientras tocas la parte de mi cuerpo que quieras, te haré una paja y te daré un beso francés... ¡A la vez! Y estoy abierta en el sexo... También puedo hacerte uno de esos masajes de próstata que tanto sueñas... ¿Imaginas el placer que te puedo dar tocando tu punto débil con la yema de mis suaves dedos? ¿Te imaginas correrte así mientras estrujas con toda la fuerza que quieras mis tetas? Yo de ti me lo pensaría... ¿A quién elijes, a Nami o a mí?" 

*Fin del sueño*

Otra vez vuelves a tener el mismo sueño. Está claro que esas dos son demasiado sexys para estar solo con ellas, perdidos en el mar durante tanto tiempo. A pesar de ser el capitán de la banda pirata que conformáis tú y ellas dos, no puedes evitar verlas como mujeres. 
Mientras te preguntas que harías si tuvieses que elegir entre tus dos bellas Nakamas, unos sonidos extraños te alertan desde el camarote de Nico Robin. Te acercas, como es normal, a ver si le pasa algo malo, pero te encuentras una escena exquisita. 


"*Susurro* Será mejor que paremos, Nami, si esto sigue así, no podré evitar gemir, y el capitán se dará cuenta. No quiero ni pensar en lo que nos haría si se entera de que tú y yo tenemos sexo lésbico todas las mañanas."
"*Susurro* Si el capitán entrara, le pediría que se uniese a nosotras. Ambas somos bisexuales, estaría muy bien poder follar todos juntos, ¿A que sí? Te haces la santa, pero en el fondo eres una maldita pervertida ninfómana como yo, sé que deseas un trío con el capitán tanto como yo"


"Maldita cría... *Cambia de posición* ¿Crees que puedes hacerme sentir avergonzada? Por favor, se necesita más que eso para hacerme sentir vergüenza... Sé que este es tu punto débil. ¿Te encanta que estimule este punto, eh? No tengas pudor ninguno, di mi nombre y agárrate las tetas si quieres. Disfruta... Tienes el coño como una balsa *Risas*"


"Dios mío... Robin... Hacer la tijera contigo es la sensación más placentera que conozco... Me pones tanto, ¡Maldita cerda!"

"Está bien, pero baja la voz... Sé que es difícil no ponerse a gritar como una loca, pero esto tiene que ser un orgasmo silencioso... Aquí viene... Joder... A la mierda todo, voy a gritar, Nami... ¡ME CORROOOOOOOOOO! ¡SI, NAMI, QUE ORGASMO ME ESTÁS REGALANDOOOOOOOOOOOOOOOOO!"



"*Entras al cuarto* ¿Capitán? Vaya, lo siento, debe haberte asustado mi grito... Era inevitable, no sabes lo bien que se siente un orgasmo femenino... Pero supongo que no has venido aquí para aprender anatomía... Sino para jugar un poco con nosotras *Ambas sonríen* Nami... ¿Crees que lleva ahí, detrás de la puerta, todo este rato?"

"Por supuesto, es de sobra sabido que el capitán está deseando que las dos le cabalguemos... Ya sabes, no para de tener sueños eróticos... Y tiene esa extraña manía de hablar en sueños... Y por las palabras que he oído que dice por la noche, estoy segura de que es todo un pervertido" 


"Estoy incluso un poco celosa... Has decidido follarte antes a Nami... ¿Por qué eres tan malo conmigo, capitán?"

"Oh dios mío, capitán... Tu polla es enorme... Está tocando la entrada de mi útero... ¡NO HABÍA SENTIDO NUNCA NADA IGUAL! Y además, estar en contacto con Robin mientras siento todo este placer, es... simplemente divino. Creo que no me merezco sentir esta sensación celestial..."



"Dios mío, lo siento, Robin. Tú me has ayudado cuando estaba ansiosa de sexo, y te lo agradezco, pero creo que me voy a correr como una bestia. Y la polla del capitán está lista para correrse también. Noto como tiembla dentro de mi coñito...Oh...Oh...¡ME CORROOOOO, CAPITÁN!"

"*Lo sacas del coño de Nami, y mientras ella se retuerce de placer por el orgasmo que está experimentando, tú te corres como una bestia encima de la cara de Robin* Eso es, capitán... ¡Dúchame en esperma! ¡Vuelve mi pelo negro de color blanco!"


"Por fin llegó mi turno. No podía más, me estaba muriendo de excitación al ver a Nami y al capitán follar tan placenteramente. Sin dudas, sentir un rabo así de enorme dentro de ti es algo digno de experimentar... Se siente tan bien que mi vagina está estrechándose alrededor de tu pene, capitán... ¡No te quiere soltar! ¡Que bien se siente, dios mío! ¡Y tú, maldita cría, no hay nada como sentir este placer mientras estoy en contacto con tu piel! ¡No sabes lo mucho que me pones, niñata!"


"*Empiezas a intercalar el coño de Nami con el de Robin* ¡ESTOY A PUNTO, CAPITÁN! ¡QUIERO SENTIRLO! ¡QUIERO SABER CÓMO SE SIENTE QUE TE ECHEN TODO EL SEMEN EN EL CULO MIENTRAS EXPERIMENTAS EL MEJOR ORGASMO DE TU VIDA!
*Mientras Robin se corre como una loba en celo, tú eyaculas en su redondo y macizo culazo* Qué calentito, capitán... Muchas gracias por cumplir mi fantasía..."


"Escucha, Nami... El capitán nos ha hecho sentir en el cielo... Quizás sea hora de devolverle el favor, y jugar un poco las dos a la vez con él. Con tus tetas y las mías unidas se que no podrá resistirse, ¿Qué me dices?"

"Me da un poco de vergüenza, porque... Tus tetas son un poco más grandes que las mías... Yo tengo un 98 y tú un 100..."

"No digas tonterías niñatas, aunque sean un pelín más pequeñas, está claro que sabes usarlas. *Le acaricia los senos a Nami y la besa apasionadamente* Además, aún eres joven, te crecerán mucho más. Hagamos disfrutar al capitán con nuestros dos cuerpos a la vez..."


"¿Te gusta, capitán? ¿Cómo se siente tener a tus dos Nakamas atendiendo a tu pene con sus enormes pechos? Sabes que a partir de ahora, durante nuestras travesías, nos dedicaremos a follar todos los días, ¿Verdad? *Sonríe y toca las tetas de Robin* No me digas que no te ponen estas tetazas..."

"*Robin toca las de Nami* ¿Por qué demonios sigues subestimando tus espléndidas berzas? Estás endemoniadamente buena, niñata. No es justo que trates así a tu cuerpo, deberías fardar de él todo el día. Si no me hubieses dejado, hubiese pagado lo que fuese por tocar ese par de tetas"

"Oh... Robin... Eres siempre tan buena conmigo... Ven aquí... *Besa a Robin como una loca*"

*Mientras sus dos lenguas juegan, cambias de posición para correrte como una manguera a presión*


¡CÓRRETE! ¡CAPITÁN! ¡EN NUESTRAS BOCAS!

"Ahí está capitán, a partir de ahora seremos tus esclavas sexuales. Puedes correrte así todos los días. Nos has llenado la cara de lechita, nos has desperdiciado ni una gota... ¡DIOS, CUANTA CANTIDAD! Y eso que te has corrido dos veces... *Robin se traga lo que tiene en la boca, y juntando con el dedo lo que tiene en la cara, se lo da a Nami, en una escena demasiado erótica*"

"Que deliciosa comidita, capitán. Debería ser así todos los días... *Saca la lengua para chupar lo que le queda alrededor de sus sexys labios* Gracias por esta sesión inolvidable de sexo."

jueves, 20 de julio de 2017

La Paizuri de mi hermana es lo mejor que me ha pasado en mi vida (Cap. 3)

Haced un esfuerzo e imaginad el panorama de mi vida en esos momentos.
La hermana que siempre has envidiado por sus dotes en todos los campos, ese pariente con el que siempre te van a comparar de todas las formas posibles, ese ser que con los demás tiene una cara y contigo, su hermano pequeño, tiene otra mucho más deleznable, te odia tanto como tú a ella.
Pero de repente te encuentras en esta situación: Aunque ambos tenéis pareja, puedes ver a tu hermana tirada en el suelo. Tras una inigualable sesión de sexo animal, ha recibido todo tu semen en su coño, y ahora está recuperándose del tremendo orgasmo que ha tenido.
Te cuesta, pero tienes que reconocer que es una diosa, y que ni siquiera tu novia se le compara en lo que ha follar se refiere. ¿Podéis ver el nivel de mierda que tengo en mi vida? ¡Por dios, se podría decir que tengo mierda hasta el cuello! ¡Acababa de engañar a mi novia con mi hermana mayor! ¡Debo de tener algún tipo de enfermedad mental! ¡Me doy asco a mi mismo!

Entonces llega el fatídico momento en el que mi hermana se gira y quedamos cara a cara. Ella tiene una sonrisa fastidiosa que me está diciendo sin palabras que ha conseguido atraparme en su tela de araña, que a partir de este momento soy todo suyo, que nunca más me podré negar a tener sexo con ella.

-Te diré la verdad, me he corrido como una puta. Jamás había tenido un orgasmo tan brutal. Aún me tiemblan las piernas- Me dijo Andrea, sin ningún rastro de pudor por sus sucias palabras.

-Esto... ¿¡QUÉ SE SUPONE QUE DEBERÍA DECIR DESPUÉS DE ESO!?-

Mi extremo nerviosismo hizo reír a mi hermana. Lo sé, era tan penoso que me pusiera así después de follármela que incluso daban ganas de reír, no puedo culparla.
Sin dejar de mirarme a la cara, y con una expresión más que pícara, empezó a levantarse. La verdad es que parecía una diosa entre los mortales, su cuerpo era de otro mundo. Cuando se quedó a la altura de mi cara, me abrazó muy eróticamente, apegando lo máximo su pelvis a mi pene, el cual, a pesar de haber descargado una exagerada cantidad de esperma, no podía evitar excitarse ante el tacto de la suave piel de Andrea.

-Que mono eres. ¿Te vas a poner tímido ahora que me has follado brutalmente?- Me dijo al oído. -Supongo que son esa timidez y esa amabilidad tuyas las que me han hecho enamorarme de mi propio hermano menor, ¿Verdad?- Añadió, dejándome sin aliento.

¿¡AMOR!? ¿¡MI HERMANA ESTABA ENAMORADA DE MÍ!?

-¿Que te pasa, hermanito? ¿En serio te has creído que estaba enamorada locamente de ti?- Rió Andrea al ver mi cara de estupefacción, haciéndome sentir como un idiota. -¿Acaso eres un maldito pervertido que quisiera casarse con su hermana mayor o algo así? Que asco...- Dijo, con un tono que hacía especial énfasis en lo asquerosa que le parecía la idea.

-¡Ah! En momentos así recuerdo porque te odio tanto...- Afirmé yo, intentando apartar a mi hermana, la cual no dejaba de aferrarse a mi espalda, aún desnuda.

-Tampoco te pongas así, no he dicho en ningún momento que lo que he dicho era una broma- Siguió ella. Pero esta vez no iba a caer en la misma trampa.

-No me tomes por idiota, odio eso. Eres una mala persona, no se puede jugar así con los sentimientos de la gente- Andrea, al oír eso, se fundió en un beso conmigo, dejándome de nuevo sin aire.

-¿Entonces yo también te gusto?- Preguntó, con una sonrisa pícara en sus labios. Su tacto era tan eléctrico que el solo sentir su piel con la mía me paralizaba.

-¿Que más dará eso? Somos hermanos, lo nuestro es imposible- Contesté. Ella puso una expresión enfadada.

-Que le follen a eso, ya somos mayorcitos para decidir con quien queremos estar. Nadie tiene porque enterarse de nuestro... Secreto- Afirmó ella.

-En ese caso te diré la verdad, creo que tú también me gustas- Andrea me agarró de la mano y con una sonrisa, me volvió a besar, pero esta vez más suavemente, sin tanto ahínco sexual.

-Pues no se hable más. Si tu me quieres y yo también, seamos pareja- Afirmó.

-Pero... ¿Qué pasa con Yara y Kevin?- Pregunté.

-Yo no voy en serio con Kevin, es un chico muy majo, pero estoy enamorada de ti. En cuanto a Yara... No sé, eso es asunto tuyo. Pero si te vas a quedar con ella, dímelo. No quiero ser el segundo plato de nadie- Me dijo. Yo asentí, como afirmando que iba a dejar a Yara y que estaría únicamente con ella. Por lo que entendí, Andrea nunca salió en realidad con Kevin, así que no tendría que partirle el corazón.
.
Los meses siguiente tuvieron un peculiar sabor agridulce para mí. Tuve que partirle el corazón a Yara, y me sentí muy mal por ello. Le dije que ella era una chica maravillosa, pero que no la amaba realmente, y que lo único que conseguiría estando conmigo sería ser infeliz, y no iba a permitir eso. Después de golpearme e insultarme me dijo que me odiaba, y que le había traicionado. Ella confiaba en mí y yo le había engañado y le había tratado como una cualquiera, llevándola a la cama sin sentir realmente nada por ella, así que comprendía perfectamente su odio hacia mí. Era consciente de que había hecho algo horrible, y tenía que cargar con las consecuencias.
Salir con mi hermana era como un sueño. Cambió radicalmente de carácter hacia mí, estaba todos los días muy cariñosa conmigo y me acompañaba a todas partes. Salíamos a cenar prácticamente todos los días (aunque tengo que decir que me invitaba ella, pues yo no tenía una fuente de ingresos como la suya, y no me lo podía permitir), y porque no decirlo, pasábamos exquisitas noches en su lecho. Pero de alguna manera sentía que eso estaba mal, que era demasiado sucio, y no me sentía nada cómodo. Era feliz, pero me encontraba muy incómodo, es difícil de explicar.
Solíamos salir de fiesta, como en los viejos tiempos, los dos solos. A mi hermana le encantaba ponerme celoso al dejar que otros hombres le tontearan un poco, pero siempre acababa diciéndome que yo era el único para ella a la oreja, y, porque no decirlo, amaba que hiciese eso. Era como estar todo un día sin beber y pasando sed. Se pasa mal, pero cuando finalmente bebes el placer es exquisito.

Pero un día, al llegar al departamento después de las clases...

Recuerdo que aquel día había sido agotador. Volvía de la universidad totalmente destrozado, pero al menos la recompensa era que podría estar un rato con Andrea, puesto que últimamente casi no podía verla con todos los exámenes que había tenido. Los suyos ya habían terminado, y me decía que si podíamos salir prácticamente todas las noches. Lamentablemente, le tenía que decir que no, pero le prometí en más de una ocasión que el día que acabase los exámenes nos iríamos de fiesta a la discoteca más cara que encontrara.
.
Más, jamás esperé lo que iba a pasar en ese momento.
.
Nada más entrar en casa, oí gemidos de placer que procedían de la habitación de mi hermana. Quise pensar que simplemente se estaba masturbando. Hacía tiempo que no teníamos sexo, y obviamente Andrea era una persona muy activa sexualmente.
Pero al abrir la puerta de su habitación, y descubrir a mi hermana montando a Rui como una loca, me quedé con una cara de idiota que, por suerte, no pude ver en el espejo que había colgado. En ese momento ame a la perspectiva, que me libró del trauma de ver mi expresión reflejada.
Jamás podré olvidar la mirada de Andrea, con los ojos totalmente abiertos, sabiendo que había metido la pata hasta límites insospechados.

-Mierda... ¿Eres el hermano de Andrea, no? Joder, pobre chaval, perdón por este numerito...- Exclamó Rui, escondiendo a mi hermana, la cual estaba totalmente pálida y paralizada, bajo las sábanas marrones de la cama, mientras la rodeaba con sus musculosos brazos. Supongo que no podía culparla de haberme engañado con ese tío, a pesar de ser un cabrón, hasta yo, que era heterosexual, podía ver que estaba muy bueno.
Intentando salir de mi asombro, reaccioné cerrando la puerta. Inmediatamente las lágrimas empezaron a correr. Jamás había experimentado un dolor tal... Ira, tristeza, frustración y desesperanza. Esa mezcla explosiva estaba golpeando muy fuerte mi cerebro, al punto de que me era difícil respirar. Ahora entiendo a los que dicen que es mucho peor el dolor sentimental que el físico.

Tras unos cuantos minutos sentado en el sofá, mirando a la nada, salió Rui de la habitación de mi hermana, y abriendo la puerta de la calle, habló.

-Lo siento, tío... No quería que vieras eso...- Aclaró aquel hombre. Acto seguido cerró la puerta, dando paso al peor de los silencios posibles. Era obvio que lo había dicho desde el punto de vista de que para un hermano es asqueroso ver a su hermana cabalgando como una loba a un hombre, pero no podía evitar pensar que lo había dicho de la manera en la que en realidad era.

Entonces, llegó el momento. Andrea, ya vestida, salió de su habitación y se sentó al lado mío en el sofá. Ni siquiera me molesté en mirarla. En primer lugar porque no quería verla, y en segundo lugar, porque aún estaba paralizado del Shock.

-Por favor, mírame- Me dijo Andrea, haciéndome girar la cara hacia su rostro, que estaba algo mojado de llorar. No le impedí hacerlo, no tenía fuerzas ni siquiera para oponerme. Así que giré todo mi cuerpo y me puse a mirarla.

-Esto... ¿Lo siento?- Las palabras de Andrea me sacaron de quicio, haciéndome golpear con fuerza la mesa que se encontraba en frente de nosotros. Un vaso de cristal cayó al suelo y se rompió. Silencio.

-¿¡LO SIENTO!? ¿¡Y YA ESTÁ!?- Le grité, furioso. Jamás me había dejado llevar tanto por mis impulsos como en aquel momento. Mis ojos inyectados en pura rabia asustaron de verdad a mi hermana. Por primera vez pude sentir que me temía. Se puso a llorar.

-¿Qué quieres que te diga? Hacía mucho tiempo que tú y yo no... Y entonces pues... Rui es tan...- Sin siquiera pensar, la agarré con rabia por lo hombros y acerqué mis ojos endiablados a su cara. Podía sentir a mi hermana temblar, y aunque parezca propio de un psicópata, me encantaba ese detalle.

-¿Que excusa es esa, Andrea? Como no tienes sexo con tu pareja porque esta está ocupada, decides engañarla vilmente con un capullo que te hizo daño en el pasado... ¿¡ACASO PLANEAS ECHARME LAS CULPAS A MÍ!? ¡ASUME TUS ACTOS!- Intenté controlarme, pero al final se impuso la ira y acabe gritándole, y haciéndole llorar. Esas lágrimas, que en otra situación habrían despertado en mí un sentimiento de que debía ayudar y proteger a Andrea, en ese momento me supieron bien, como la derrota de un enemigo.

-Vale, lo siento, es mi culpa... Soy una vulgar puta... Lo más bajo de la humanidad... Tú siempre me has ayudado, y aún aceptando mi amor, solo he sabido decepcionarte y engañarte... No merezco nada... Pero te amo... Sé que no me creerás nunca más, pero es cierto, aunque me haya acostado con Rui, yo... Te amo... Eso no va a cambiar- Sollozó Andrea, abrazando mi torso y mojando mi camiseta con sus lágrimas. -Sé que no tengo derecho a pedirte esto, pero... ¡PERDÓNAME, POR FAVOR! ¡HE APRENDIDO LA LECCIÓN! ¡JAMÁS VOLVERÁ A PASAR ESTO!- Sus ruegos sonaban tan vacíos. Era como si el asesino de tu hijo te suplicara llorando que le salvaras de la más cruel de las torturas. No, no quería salvar a Andrea, era una mentirosa y una traicionera, y quería que sufriera. Quizás todos estos pensamientos eran alimentados por la ira del momento, quien sabe...

-Cogeré mis cosas ahora mismo y me iré... No tiene sentido que siga aquí- Afirmé. Andrea seguía aferrada a mí.

-¡NO!- Me gritó. -Por favor, sé que he cometido un error imperdonable, pero quédate conmigo... Te necesito... Te amo...Lo diré las veces que haga falta... Lo mío por ti es real... No debería haber hecho esto- Y tras decir me besó apasionadamente, con lágrimas recorriendo sus mejillas. El sabor de sus labios me recordó que era Andrea, la persona más importante para mí. Y que por mucho que me haya dolido lo que ha hecho, la amaba como a nadie.

Así que la abracé amorosamente, y con solo ese acto, todo el dolor se fue de golpe.

-Y yo... nos sabes lo enamorado que estoy de ti... Por eso no eres capaz de entender lo que me duele que me engañes... Y más con alguien como Rui- Mi hermana seguía profundizando el beso, mientras empezaba a quitarme la camiseta. Acto seguido, empezó a lamer mi cuello.

-Lo siento, de verdad... Te voy a demostrar lo mucho que te amo- Afirmó mi hermana, y empezó a lamer mis pezones, con una sonrisa pícara. En cuanto entramos en el sexo, Andrea muestra su otra cara. La cual me excita como nada en este mundo.

Andrea, me desabrochó el pantalón y empezó a lamer todo el tronco de mi pene, que estaba más erecto que nunca. Debe ser verdad eso de que la rabia y la ira son potentes afrodisíacos.
Lo hacía con una despampanante técnica que haría respirar irregularmente hasta al más experto de los hombres, y no olvidaba pasar su lengua por mi glande, que debido a la creciente excitación, era exageradamente sensible.

-Que bien te lo pasas con tu hermana lamiendo cada parte de tu pene, ¿Verdad?- Jugueteaba Andrea. Como era esta chica, podías pasar del odio al sexo con ella como el día pasa a la noche. -Ahora viene tu parte preferida...- Añadió, acariciando levemente mis testículos.

-Maldición, parece que ya sabes todos mis puntos débiles...- Le dije, sonriendo.
Sin más preámbulo, se metió todo mi pene en la boca hasta el final de su garganta, y empezó a estrujarme levemente los testículos. Sentía como sus manos traviesas querían ordeñar mi polla, pues estaba apretando mis "saquitos" con sus manos sin pudor alguno.

-Ah... Me corro...- Cuando me oyó decir eso, paro de darme placer y negó con la cabeza, sin borrar su sonrisa de la cara.

-Tienes que correrte dentro de mí. No permitiré que desperdicies ni una gota- Aclaró.

Y entonces, se sentó encima de mi pene y me dijo que no me pusiera tímido y chupara sus tetas, cuello y que la abrazara. Que podía hacer con ella lo que quisiese.

-Esta puta que tienes por novia y hermana te dejará hacerle lo que quieras, ya lo sabes- Me susurró al oído. Y, cuando ya estábamos ambos abrazados, empezamos a movernos, empujando nuestras caderas hacia los genitales del otro. Sin control de ningún tipo, empecé a follarme a mi hermana en la posición cowgirl, con la intención de llenar su interior de esperma.


La coleta que mi hermana se había hecho revoloteaba con cada envestida.

-¡Ahora si me corro, Andrea!- Le grité.

-¡Córrete! ¡Márcame! ¡Soy tuya, amor mío!- Me gritó.

Y me corrí como nunca.

Está claro que tendría que enfadarme más veces con mi hermana, si los resultados eran orgasmos como estos.

jueves, 6 de julio de 2017

Córrete con... Sena Kashiwazaki

Hoy tenemos en esta sección a una de las putas más putas de todos los Animes: Sena Kashiwazaki, la tetona rubia que todo el mundo venera. Probablemente, esta fulana del Anime Boku Wa Tomodachi Ga Sukunai es una de las zorras más deseadas dentro de este mundillo Manga/Anime. Sus curvas no tienen desperdicio, así que preparad bien los huevos, que os los va a dejar como uvas pasas.


"Hace calor, y estoy aburrida... Con este bochorno se me están pegando los pechos a la ropa, tú eres un chico y no sabes lo molesto que es eso, pero realmente lo es... Quiero "jugar", ¿Me dejas "jugar" contigo un poco para olvidarme de este calor? Vamos sé que quieres... *Sonrisa pícara*"


"¿Puedes ver ligeramente mis pechos? Es vergonzoso, pero el calor me está matando... Pienso quedarme desnuda. No creo que eso te importe, al fin y al cabo no haces más que mirar mis tetas todo el tiempo. Para ser solo mi amigo, creo que miras más mis tetas que me propio novio. ¿Tanto las deseas?"


"Mira lo que tengo aquí... Sí, sé que tengo novio... Pero el solo pensar en que mi mejor amigo me meta su polla hasta el fondo me deja chorreando esta vagina rubia que ves aquí... Por favor, acepta estos condones y juguemos un rato... Te lo suplico, lo estoy deseando..."


"Eso es, soy una ninfómana. Grítamelo si quieres, pues es lo que soy. ¿Como se sienten las manos de una diosa rubia en tu pene? *Susurrando al oído* Esto no es un sueño erótico, voy a sacarte hasta la última gota de semen. Prepárate para correrte como nunca lo habías hecho. *Beso húmedo*"


"¡Eso es! ¡Esto si es una polla y no la de mi novio! ¡Me estás poniendo malísima! *Te araña la espalda y empieza a besar tu cuello* Soy una puta... No sabes las veces que me he masturbado pensando en este momento... Veo que tú tampoco desaprovechas la oportunidad que te doy *Se ríe* Disfruta de mis tetas tanto como quieras, son tuyas... Ahora, imagina..."


"Imagina que yo y tu hermana Kobato follamos. ¡No me mires así! Me pone mucho tu hermanita, es lo que hay... Imagina un escenario lésbico entre las dos... ¿No te pone la polla durísima? *Tu polla se agranda en el coño de Sena* No puede ser... ¿En serio eres un depravado incestuoso que se excita por pensar que su hermana y su mejor amiga hacen la tijera como locas? No me esperaba esto de ti... *Se ríe pícaramente*"


"He de confesarte también que aunque Yozora me cae fatal, y lo sabes... No me importaría follar con ella. Me encanta tu cara estupefacta, estoy segura de que no esperabas mi bisexualidad... Pero es cierto, en solo pensar en insultarnos mutuamente mientras nos llevamos al orgasmo... Solo con eso ya me mojo como una loca... Algún día la besaré y me la follaré aunque ella no quiera, lo juro... Solo imagíname a mí follando con la zorra de Yozora, ¿No sientes tu pene reaccionar ante esa imagen?"


"Eso último me ha puesto a mil, la quiero en mi ano ¡YA! Sí, quiero disfrutar de la polla de mi mejor amigo en mi otro agujero también. ¡MÉTELA! ¿No ves como me abro el culo desesperadamente? ¡NO SEAS CABRÓN Y ENSÁRTAME!"


"Este juguetito es lo mejor... Algo maravilloso está viniendo... *Se aferra con fuerza a tus manos, que sostienen sus piernas* No sé que hacer, nunca me había corrido con tanta fuerza... ¡Creo que me voy a desmayar! *Clava sus uñas en tus muñecas y adopta una expresión ahegao* ¡ME VENGOOOOOOOOOOOOOOOOOOO COMO UNA PUTA! ¡POR MI ANOOOOOOOOOOOOOOOO! *Empieza a salpicar fluidos vaginales y su ano empieza a segregar algunos líquidos*"



"Sin dudas te has ganado una Paizuri de tu diosa. Nunca había disfrutado tanto de un Squirt. Espero que mis tetas te hagan sentir de la misma forma en que tu polla me ha hecho sentir. Sé que deseas mis pechos más que ninguna otra parte de mi cuerpo, así que aquí los tienes, todos tuyos"


*Estás poniendo una cara de que te vas a correr como un caballo increíble. No te contengas, déjate llevar por el placer de sentir como tus huevos liberan toda la carga encima de las tetas de una diosa rubia. ¿Aquí viene? *Te empiezas a correr, mientras gimes <¡SENA! ¡EN TUS TETONES!>* ¡SÍ! ¡AMOR MÍO! ¡MÁRCAME CON TU SEMEN! ¡CÓRRETE SIN PIEDAD SOBRE MIS TETAS! ¡EYACULA COMO UN ANIMAL, CERDO!

domingo, 2 de julio de 2017

La Paizuri de mi hermana es lo mejor que me ha pasado (Cap. 2)

Después de todo lo que pasó, mi hermana no podía ni siquiera abrir sus ojos. Sin dudas me había pasado en todos los sentidos. Bueno, a parte de que estaba ahí estirada con los ojos cerrados y toda su cara roja por efecto del alcohol, yacía cubierta de mi semen.
No soy idiota, sé que no piensa en verdad nada de lo que dijo. Lo de que quería follarme de siempre y todo eso. Solo fue una mezcla entre el calentón que tenía por las ganas de que ese tal Rui la hiciese gritar como una perra y la borrachera que llevaba encima, por eso no podía permitir dejar ninguna marca para que Andrea pudiese descubrir lo que había pasado aquella noche, así que aproveché que estaba totalmente ida para darle un baño rápido, limpiar las señales blancas que había dejado por todos sus pechos, y porque no decirlo, pararme un poco más en sus espectaculares tetas al frotar su cuerpo con jabón. Demonios, estaba tan extremadamente borracha, que ni siquiera haciendo eso abría sus ojos. Pensé en seguir adelante con todo aquello, pero mi moral me lo impidió.
.
Seré muchas cosas, pero no un violador.
.
No lo negaré, la textura de las tetas de mi hermana me habían dado probablemente el mejor orgasmo de toda mi vida, pero eso había sido un error. No podía ni debía volver a repetirse, así que simplemente la vestí con la misma ropa que antes se había quitado, me tumbé en la cama de su habitación, la arropé y me fui a dormir. A juzgar por lo borracha que estaba, seguro que al día siguiente no se acordaría de nada y tendría una terrible resaca.

Al día siguiente...

Allí me encontraba yo, preparando la comida para ambos (eran ya las tres de la tarde, y estaba esperando a que mi hermana se levantase de la legendaria resaca que tendría).
El sonido de la puerta chirriante del cuarto de mi hermana me hizo desviar la mirada hacia un cuerpo totalmente demacrado, con el pelo revuelto y cara de Zombie. Aparentemente era mi hermana, pero estaba irreconocible.

-Joder... Que resacón...- Se quejó, llevando su mano derecha al cráneo, revoloteando aún más su rebelde melena castaña.

-Lo siento. Creo que gané yo- Reí. -Te he hecho la comida para pedirte perdón- Añadí. Mi hermana solo se sentó en la mesa a comer.

-Tienes suerte de que hoy tenga que ir a clase, maldito enano- Refunfuñó Andrea mientras tomaba asiento a su lado y encendía la tele. Se le veía cansada, y sobre todo enfadada... ¿Se acordaría de algo de lo que hizo la noche anterior? A mí jamás se me olvidará... ¡DEMONIOS! Que injusto, mi hermana era mejor que yo en todo y encima me había hecho disfrutar como el que más. Eso me frustraba, la verdad.

En el mes siguiente, mi hermana empezó a salir con Rui y se le veía muy feliz. Incluso me trataba un poco mejor. Pero un día... La dejó... Con su mejor amiga. Sinceramente, se veía venir. Rui parecía el tipo de chico que salta de oca en oca y tira porque le toca, no sé si me explico...

Ahí me encontraba yo, tumbado en el sofá del departamento, viendo la televisión e intentando obviar los llantos desgarradores que provenían de la habitación de mi hermana mayor. Eso no podía seguir de esa forma. Tenía que hacer algo al respecto, Andrea no había ido a clase en una semana, y eso, aunque sea una genio, no es bueno para sus estudios. Además, ella no era así, jamás se había perdido tantos días de clase.

Al abrir la puerta de la habitación de Andrea, su respuesta fue callar su llanto y voltearse mirando hacia la pared. El ambiente estaba claramente cargado y a penas se filtraba un pequeño rayo de luz por la ventana cerrada de su cuarto.

No sabía que demonios decir, así que me tumbé a su lado y la abracé. Lo más cariñosamente que pude. Con todo mi ahínco emocional. Pude notar que a ella le sorprendió muchísimo mi tacto tan personal, pero no lo rechazó, de hecho se giró para quedar frente a mí, y escondió su cabeza en mi pecho mientras se aferraba a mi espalda.

-Por favor, vete...- Susurró, en un intento sorprendentemente débil por echarme de su habitación.

-Lo siento, Andrea... De verdad... Ese cabrón no te merece y tu "amiga" tampoco. Me duele verte así, quiero que vuelvas a regañarme y que retomes las clases. Me estás preocupando, te suplico que hagas volver a la Andrea que conozco- Le susurré a la oreja. Ella aumentó un poco su llanto y asintió con la cabeza.

-Joder... Me cuesta mucho decir esto, pero... Esto... Gracias por preocuparte por mí... Yo no hago más que joderte y tú... tú... ¡Tú no sabes odiarme!- Afirmó, apretando fuerte sus puños y apartando su mirada de la mía. Parecía que se avergonzaba de mostrarse de alguna manera "débil" frente a mí.

-Maldición... ¿Por qué eres así? Sabes de sobra que me tienes aquí para lo que necesites- Le dije, visiblemente enfadado por su forma de dirigirse hacia mí. Ella me miró con sus bellos ojos marrones repletos de lágrimas, y se aferró a mi torso aún más, como suplicando un poco de cariño sincero, el cual correspondí correspondiendo su abrazo, sin decir una palabra.

-Mira, sé lo que vamos a hacer, ¡Vayámonos de fiesta hoy mismo!- Le dije. Ella me miró extrañada.

-¿Solos tú y yo? Eso es un poco triste...- Me contestó.

-No seas idiota... ¿Qué más da? Lo digo para que conozcas al chico de tus sueños y olvides al idiota de Rui- Aclaré. Ella negó, algo triste.

-Creo que no comprendes que Rui es EL CHICO DE MIS SUEÑOS, no quiero conocer a nadie- Me dijo ella, mientras se levantaba de la cama y hacía el amago de salir de su cuarto.

Más no la deje, agarré su mano, provocando que se girase. Con solo una mirada mía, ella pudo entender que esa noche quería ayudarla a recuperarse de la profunda huella que había dejado Rui en ella. Solo eso.

Y aceptó.

Esa noche...

Eran alrededor de las tres de la mañana. Llevábamos ya más de dos horas en la discoteca, y los chicos no paraban de entrar a mi hermana, la cual no quería ni siquiera darles una oportunidad bailando con ellos. Pero, no parecía estar pasándolo mal, era una de esas pocas veces que no iba brutalmente borracha, y se veía feliz bailando junto a mí. Eso me alegró. Al menos así dejaba de pensar en el malnacido de Rui.
Alrededor de las tres y media, un chico rubio, alto y con cuerpo atlético se acercó a mi hermana, y con una caballerosidad impropia en medio de canciones de Reggeaton, sacó a bailar a Andrea, la cual me miró como preocupándole que me quedara solo. Yo le señalé que se marchase con ese chico, mientras empezaba a sonar Vente Pa' Ca, una canción que sabía de primera mano que a mi hermana le volvía loca bailar. Sin pensarlo más, ella se fue con el susodicho chico a bailar en algún lugar de la discoteca.
.
Me sentí algo solo, pero entonces apareció una chica de mi edad. La verdad, era muy sexy.
Esa chica de piel morena empezó a bailar conmigo y empezamos a pasarlo realmente bien.
Para cuando quise darme cuenta, ya estábamos besándonos apasionadamente en mitad de la pista de baile.

Desde esa noche, mi hermana y yo empezamos a salir con nuestra respectiva pareja de baile.
.
El chico rubio se llamaba Kevin, y por lo que había visto las muchas veces que se pasaba por el departamento mío y de mi hermana, era un tío majísimo. Me caía increíblemente bien, y además trataba a Andrea como una princesa. La veía feliz con él, y eso, después de todo lo que había pasado por Rui, me llenaba de felicidad a mí también.
.
Yo no paraba de invitar a Yara, la chica de origen brasileño que bailó conmigo, a todos lados. Teníamos muchas cosas en común y me gustaba pasar tardes enteras con ella. Nuestra relación no era solo sesiones de sexo increíbles, era mucho más. Creo que me estaba enamorando profundamente de Yara, sentía por ella cosas indescriptibles.

Era un hecho, la felicidad plena había llegado a mi vida y a la de mi hermana. Pero, entonces... ¿Por qué no me hablaba? Está bien, entiendo que ahora no tiene tiempo para pensar en el idiota integral de su hermano menor, tiene que dedicarle todo su tiempo a Kevin, y lo respeto. No obstante, que ni siquiera me devuelva el "Buenos días" por las mañanas y que no responda a nada de lo que le digo, me parece exagerado.

Un fin de semana cualquiera...

-Buenos días- Solté en mitad del salón, en donde se encontraba mi hermana viendo la televisión mientras comía algo. Ella ni se inmutó por mis palabras.

Suspiré abatido. Nada había cambiado entre nosotros, hiciese lo que hiciese, me seguía odiando por alguna razón que no logro comprender.

-Escucha, sé que hoy volverás tarde de tu cita con Kevin, así que ayer te preparé algo de cenar por si tenías hambre. Yo no estaré hasta mañana aquí, me voy a casa de mi novia, así que haz el favor de comértelo- Le aclaré, mientras me hacía un café, pensando que, como de costumbre, no habría contestación.

-¿Novia?- El tono de Andrea era tan irónico y enfático, que despertó en mí un sentimiento de rabia creciente.

-¿Algún problema? Yara es mi novia, creí que lo sabías- Respondí, lo más calmado que pude sonar. No me gustaba nada esa conversación, notaba que mi hermana iba a saltar con alguna gilipollez de las suyas.

-Qué iluso eres... Esa puta brasileña no tardará mucho en dejarte...- Comentó ella, con una risilla que sacaría de sus casillas a cualquiera.

¿PUTA? ¿Le había dicho puta a mi novia? ¿Pero esa tía de que iba?

-¿CÓMO TE ATREVES A LLAMAR PUTA A YARA? ¡Ella es una bellísima persona! ¡No se merece que la trates así!- Le grité yo, desconcertado por la desfachatez de Andrea.

-Los de ciencias estamos acostumbrados a llamar a las cosas por su nombre, no nos van los eufemismos- Afirmó ella, levantándose y enfrentándome con su mirada de naturaleza arrogante.

-¡Me importa una mierda lo que pienses! ¡Me gusta Yara y punto! ¡Zanjemos esta conversación si aprecias en algo nuestra relación fraternal!- Le grité, totalmente fuera de mí. -Aunque bueno, si dices todo esto, dudo que la aprecies en algo- Añadí. Realmente creo que era la vez en la que más me había enfadado Andrea con su actitud ególatra.

-No vayas ahora de bueno, seguro que odias a Kevin a mis espaldas- Respondió, dejándome anonadado.

-Estás loca... ¡LOCA! Yo pienso que Kevin es un tipo maravilloso, ya te lo he dicho anteriormente. Y además, aunque lo odiase, lo respetaría, porque él te hace feliz. Esa es la diferencia entre tú y yo, tú podrás ser más lista, más atractiva, más perspicaz, pero sin dudas eres mil veces más egoísta que yo- Afirmé, apretando los puños de pura ira.

-Joder... ¿SOY EGOÍSTA POR QUERERTE SOLO PARA MÍ?- Me gritó ella, dejando ir algunas lágrimas. No entendía nada, pero esa pregunta me calmó.

-¿Cómo?-

-Que estoy celosa de Yara, idiota. Cuando veo que te abraza, te besa y al ver como os mimáis... es solo que... Sonará muy enfermo, pero... ¡Me gustaría que me lo hicieras a mí!- Me gritó, mientras acariciaba mi pecho y apoyaba su cabeza en él, en un intento por... ¿Seducirme?

-Digamos que tengo mucha sed. Necesito agua. El agua... Eres tú... ¿Entiendes?- Yo sin pensarlo más la abrazé delicadamente y la besé suavemente, explorando cada rincón de sus carnosos labios.

-Perdona, pero es tu culpa. Me has hecho perder el control- Le dije. Acto seguido la empujé al sofá, y empecé a sobarle ese par de tetas enormes que entre la borrachera de hacía unos meses me habían llevado al mejor orgasmo de mi vida. Estaba ansiosos de esos pechos, los deseaba demasiado.

-Pareces un bebé, hermanito. Pero me encanta como chupas mis tetas, sucio puerco incestuoso- Afirmó, mientras no podía parar de succionar los pezones de esas urbes divinas. Lo que más me excita de mi hermana son las guarradas que dice en la cama.

Mientras seguía enfocado en esas enormes tetas, me levanté y me quité la camiseta. Mi hermana tiró la suya a algún lugar de la habitación y seguimos, esta vez abrazados y besándonos apasionadamente, con el contacto de sus tetas en mi pecho.

A la vez que nuestras bocas se exploraban mutuamente, nos quitamos la parte de abajo y quedamos totalmente desnudos. La visión de su vagina rasurada me provocó una erección de caballo, a lo que ella sonrió lascivamente.

-¿Tanto te gusta el cuerpo de tu hermanita, maldito cerdo?- Preguntó ella, masturbándome con su coño, el cual estaba extremadamente húmedo. El sube-y-baja de su cuerpo contra mi pene era demasiado bueno. Empecé a sobarle de nuevo las tetas, y a recorrer con mi mano derecha desde su hermoso culo hasta sus delicados brazos, pasando por sus excitantes caderas, que parecían encendidas en fuego latino.

-No es justo que seas una diosa del sexo- Le dije, sumido en excitación. Ella me sonrió, y cogió mi pene, y acariciando mi glande con su vagina, me dijo que ahora iba a ver lo que es una diosa del sexo.

Acto, seguido, metió mi pene en su vagina, y empecé a embestir su coñito rasuradito.

-Andrea, te ves increíble en la posición de vaquera. Tus tetas son lo mejor, deja que las chupe de nuevo- Mientras la envestía, empecé a reclamar sus pechos de nuevo.

-¿Cómo se siente follar con tu propia hermana, degenerado de mierda?- Me preguntó.

-Es lo mejor. Sobre todo en esta posición- Afirmé. Acto seguido, la cojí y la puse contra la ventana, a cuatro patas. Esa si era una buena posición, aunque ver como cabalgaba en mi polla tampoco estaba mal.

-¡Di cosas guarras, Andrea! ¡No sabes como me pone eso!- Le grité, metiendo dos dedos en su boca, que no dudó en chupar.



-¡Estás follándote a tu hermana frente a la ventana, cabrón! ¡Estás rompiéndole el coño desde atrás mientras le pides que diga cosas guarras, sucio cerdo! ¿Vas a correrte dentro, asqueroso? ¿Vas a llenarme el coño de lefa, hermanito?- Sin pensarlo dos veces, empecé a irme dentro de mi hermana.

Si correrse entre sus tetas fue increíble, en su coño fue diez mil veces mejor. No me había corrido así nunca. Mi hermana es una total diosa del sexo, ni Yara se le compara.

viernes, 12 de mayo de 2017

Córrete con... Mikasa

Hoy tenemos en la sección a una invitada de lujo: Mikasa Ackerman del Anime Shingeki No Kyojin.
Esta chica es conocida por sus habilidades en el combate, y por ser seria y demasiado sexy. Sus abdominales nos apretarán los huevos bien rico a todos, así que sin más dilación...


No quiero perder demasiado el tiempo, baja tus pantalones y empieza a jugar con tus bolas mientras miras mi cuerpazo perfecto, ¡VAMOS!


Te voy a dar un poco más de material para que disfrutes del pajote que te estoy regalando. Mira mis tetas y mi vientre totalmente plano, imagina que puedes recorrer TODO con tus manos. Amasar mis
tetas, lamer mis pezones, disfrutar del tacto de mi piel. Disfruta, cerdo, este es el mejor cuerpo que vas a tener el placer de ver.


¿Esto era lo que querías, maldito enfermo? ¿Querías tocar mis tetas a como de lugar? ¿Querías amasarlas? ¿Querías tocar cada rincón de mis urbes? ¿Querías sentir la firmeza, suavidad y calor de mis sensuales pechos? Pues, estás de suerte, te dejaré tocar tanto como quieras. Aprovecha y disfruta ;)


Sé lo que viene ahora. Tus manos han tenido la suerte de tocar mis pechos divinos, pero no tu pene. Sé que quieres que encaje tu polla entre mis tetas y que las estruje bien fuerte para simular un coño. ¿No hay nada más placentero, verdad? Disfruta todo lo que quieras, pero no te corras aún.
Si vas a acabar como un caballo en celo, que sea dentro de mi chorreante coño.


Ponla suavemente en la entrada de mi vagina, y haz que tu glande roce con mis labios vaginales. Por favor, quiero sentir tu enorme pene en mi clítoris, no es justo que tu seas el único que disfruta.


Eso es, ahora conviértete en un jodido animal y reviéntame el coño a pollazos, ¡CABRÓN!
Me encanta el sexo duro, así que no dudes en pegarme cachetadas donde quieras o ha pasarte un poco al estrujar mis tetas, eso es lo mejor. Grítame cosas guarras, asqueroso, dime de todo: Puta asquerosa, zorra de mierda que vale un puto céntimo ¡DIME LO QUE QUIERAS, HIJO DE PUTA, PERO HAZME GEMIR COMO UNA LOBA!



A la de tres quiero que te estrujes bien los huevos y sueltes todo lo que has acumulado. No escatimes en gastos, quiero hasta la última gota de semen. Nadie te impide gritar, así que solo házlo. Vuélvete loco y grita mi nombre al correrte. ¿LISTO? 3... 2... 1... ¡YA! ¡DÁMELO TODO!


Muchas gracias por dármelo todo ;)

























viernes, 14 de abril de 2017

Mi mejor amiga es lesbiana

Que asco. Mi vida apesta en estos momentos... Bueno, espera, no me he presentado aún... Me llamo Sai, y hoy, a mis 19 años de edad, me ha abandonado mi novio. Sí, esa persona especial que creía que iba a ser el amor de mi vida, el padre de mis hijos, el que estaría hasta la eternidad junto a mí.
No me lo puedo creer... Creía que él era especial, que no era como los demás, pero al fin y al cabo ha resultado ser un cerdo egoísta que solo quería llevarme a la cama.
En serio, muchas pagarían por tener la fama de ser una máquina sexual, pero no es plato de buen gusto. Los hombres que se te acercan son tan fríos... Solo te ven como un trozo de carne, como un premio que ganar para luego poder enseñárselo a todos sus amigos. Cuando les propones un compromiso, algo más allá de la simple atracción carnal, se esfuman sin dejar rastro.
Y supongo que al final es culpa mía, no sé cuantas veces han jugado conmigo de esa forma, pero es que tengo miedo de quedarme sola. A las demás chicas les da mucha rabia que destaque sobre ellas, y eso me ha hecho quedarme sin apenas amigas. Me siento tan sola y desamparada, totalmente vacía, en estos momentos no hay diferencias entre yo y un juguete sexual. Que depresivo todo...

-Escucha Sai, tú no estás bien...- Me dice aquella chica con cabellera añil que siempre consigue levantarme el ánimo.

-No... La verdad es que no estoy nada bien, Kumi- Contesté yo, con una sonrisa forzada en mi semblante.

-Mira, Sai... Lo sé, sé que es duro que quien amas te decepcione, pero si se va es simplemente que no te valora, que no te merece. Alguien que no te aprecia está mejor fuera que dentro de tu vida, ¿Verdad?- Me dice Kumi, levantando mi mentón, para obligarme a mirarla fijamente a sus ojos marrones. Su sonrisa siempre me transmite un sentimiento de gentileza, de estar siendo tratada con suma delicadeza. Me encanta eso. -Tú vales mucho, no dejes que un idiota te hunda. Me tienes aquí, apóyate en mí, soy toda tuya- Añade, haciendo que lágrimas de alegría desborden los lacrimales de mis ojos.

-Joder.. No sé como decirte lo mucho que te quiero, Kumi- Afirmo, aferrando su pequeño cuerpo entre mis brazos. Ahora que lo pienso, la diferencia de complexión entre nuestros cuerpos es enorme. Mientras que el suyo es pequeño y delicado, el mío es voluptuoso y de aspecto más femenino. No digo que no sea mona, es muy guapa, tiene un tipo de belleza diferente, y eso es algo único. Yo, sin embargo, me siento del montón. Tengo una belleza despampanante según los chicos, pero es una belleza común, no soy nada fuera de lo normal.

-Vente a dormir hoy a mi casa, lo pasaremos bien, y así desconectarás, que te conozco y seguro que te pasarás toda la noche llorando por ese idiota- Sonrió ella. No le faltaba razón, así que acepté sin dudarlo. Nunca pensé que mi vida iba a dar un vuelco sin precedentes esa misma noche.

Esa noche... 

-Bueno, pues llegó la hora de dormir...- Afirmó Kumi, entrando a su cuarto, y encendiendo la luz. -Entonces... ¿Estás segura de que quieres dormir conmigo?- Añadió ella, extrañamente sonrojada.

-Claro, ¿Por qué iba a no estar segura? Eres la persona más importante para mí, no creo que haya otro lugar más cómodo para mí- Afirmé, provocando un sonrojo totalmente exagerado. -¿Que te pasa, tienes fiebre o algo?- Añadí, en vista de que su cara era un tomate.

-No, que va... No me pasa nada, es normal, me pasa siempre que me voy a dormir...- Esa excusa era terriblemente mala. Incluso graciosa.

-Oh... Ya sé lo que te pasa...- Sonreí. -A ti... ¡Te gusta alguien! ¡Las personas que actúan de la forma en que tú lo haces es porque están enamoradas!- Añadí, con una sonrisa totalmente pícara, que hizo que su cara se tornase aún más roja, si eso era posible.

-Joder... Bueno, me has pillado... Pero no quiero hablar del tema, vamos a dormir que estoy cansada- Aclaró Kumi, metiéndose en su cama, y arropándose con su edredón. No, eso no iba a quedar así, iba a sacarle quien le gustaba, e iba a ayudarle a que estuviesen juntos. Tenía que devolverle todo el apoyo que me había brindado desde que la conocí en la guardería.

Apagué la luz, y sin dudarlo, me metí en la cama con Kumi.

Al sentir mi peso en su cama, se giró estrepitosamente, más roja que nunca, y empezó a gritarme que que demonios hacía en su cama. Yo solo le dije que cuando me dijese quien le gustaba me iría a mi futón sin ningún problema, pero que hasta entonces no la iba a dejar dormir.

-En serio... Déjame... Tengo sueño, y no es hora de estar hablando, mis padres se despiertan pronto...- Afirmó, cerrando los ojos, aún sonrojada.

-No tengo problema en hablar bajito... Pero no te dejaré dormir, seguiré insistiendo hasta que me lo digas, ya sabes como soy...- Ella, que me conocía a la perfección, no tardó en poner una expresión que mezclaba el fastidio y la resignación.

-Verás... Da igual que te lo diga... Nunca podré estar con la persona a la que amo, y además nuestra amistad pendería de un hilo, y no quiero perderte. No, nunca permitiría eso, pase lo que pase jamás te dejaría ir- Creo que adiviné por donde iban los tiros.

-No me digas que... ¡Te gusta mi ex-novio!- Kumi se exaltó mucho por mi afirmación.

-Por supuesto que no... ¡Jamás me enamoraría de un idiota como ese! Me ofendes... - Afirmó, haciéndome reír. Era la primera vez que reía hablando de mi ex... Cosas mágicas que tiene estar con Kumi.

-Entonces... ¡Es mi hermano!- Kumi levantó su cuerpo del colchón y se indignó aún más que anteriormente.

-Entonces... ¿Quién es? ¿Quién es tu amor platónico?- Le dije, mientras ella me miraba fijamente a los labios, seguramente para que no viese sus ojos en primer plano.  Empecé a repetirle una y otra vez ¿Quién? hasta que sacudió la cabeza y su respuesta me dejó sin aire.

-¡TÚ! Pesada, mi amor platónico eres tú...- Dijo totalmente roja y temblando sin control alguno. -Y supongo que nuestra amistad ha terminado... Lo he jodido todo...- Añadió, al borde del llanto.

Yo no podía creerlo, ¿Kumi me amaba? ¿Cómo mujer? En ese momento me sentí tan culpable... No quería hacer sentir mal a Kumi, y entonces me di cuenta de que quizás la felicidad había estado a mi lado todo este tiempo.

-Tranquila, no has jodido nada...- Aclaré, abrazándola. Ella intentaba zafarse.

-Por favor, no me abraces, sé que nunca podré tenerte, así que no me tortures más, estar cerca tuyo es una tortura, quiero morirme ahora mismo. Solo quiero...- Yo acerqué mi boca a su oreja y le susurré algo.

-¿Quién te ha dicho que nunca podrás tenerme?- Ella se quedó totalmente en blanco, incluso yo pude sentir su corazón dando un vuelco terrible.  

-Dime que puedo tener una oportunidad contigo... Aunque sea ínfima... Y te juro que no te dejaré escapar- Me susurró. Yo le empecé a lamer el cuello lentamente, dejándola marcas por toda su tersa y nívea piel.

-Esta bien- Le susurré, agarrando con firmeza sus nalgas, que para mi sorpresa, gozaban de la mayor de las firmezas. -No me dejes escapar- Añadí, haciendo que su expresión se tornase totalmente excitada. -No tienes porque contenerte, puedes tocar a tu mejor amiga tanto como quieras, puedes cumplir tu sueño erótico- Eso la dejó totalmente chorreando, estaba más excitada que nunca. Jamás pensé que una persona pudiese ponerse así por mis meras palabras.

-No. Espera- Me dijo, apartándome de ella y mirando hacia otro lado, aún sonrojada cual tomate maduro. -No quiero esto. No quiero tratarte como el cabrón de tu ex. Lo mío por ti es real. Te amo de verdad, no me importa si tengo que esperar por tu cuerpo. Con gusto lo haré, si me prometes tu corazón- Añadió.

-Eres idiota- Le dije, sonriendo. Acto seguido, me lancé hacia sus labios, y nos fundimos en el más apasionado de los besos. Nunca había estado con una mujer. Pero el solo pensar en que estaba besando a mi mejor amiga me hacía chorrear de pura excitación, nunca me había sentido tan encendida sexualmente. Era como si hubiese consumido una cantidad ingente de bremelanotida.

-Entonces...- Dejó caer Kumi, tan tímida y sexy como siempre. -¿No te importa que esté chorreando por ti ahora mismo?- Sus palabras me iban a hacer enloquecer de excitación, así que no esperé ni un segundo más: Le arranqué (prácticamente) el camisón de dormir que tenía y empecé a lamer todo su vientre desnudo, definido pero delicado a la vez, besé todo su cuello y me apoderé de sus labios carnosos y suaves, con una excitación impropia de mi libido en situaciones normales.

Mientras nuestras lenguas jugaban sin descanso, agarré sus pequeños senos y empecé a masajearlos sin pudor. Ella parecía avergonzada... La verdad, no sé porque, su pechos eran pequeños, pero se adaptaban perfectamente a mis manos y me estaban excitando demasiado.  

-No me lo puedo creer, por fin está pasando. Estás tocándome de esta forma- Me decía ella al oído, abrazándome mientras cerraba los ojos, sintiendo cada centímetro de su piel siendo atacado por mis manos y mi lengua. -Si esto será así, con tu permiso...- Aclaró ella, dando la vuelta a los papales, posicionándose ahora encima mío.

-Voy a probarte también- Avisó. Sin previo aviso, me quitó el pijama, dejándome en sujetador y bragas, al igual que ella. Acto seguido llevó sus manos nerviosas a mis enormes pechos, y empezó a masajearlos con ahínco y pasión.

-¿Tanto te gustan?- Pregunté, con voz juguetona. Ella asintió, totalmente ensimismada en acariciar mis pechos y pellizcar mis pezones por encima de la prenda que separaba sus manos del tacto directo.

-No sabes las veces que me he masturbado con fotos tuyas en donde sales con Bikini. Debo tener el móvil petado de fotos de ese tipo- Me dijo, sonrojada hasta puntos insospechados. Yo solo sonreí pícara.

-Vaya, que chica más sucia. Ni en mis más locos pensamientos podría haber pensado que mi mejor amiga se masturba como una loca con mis pechos- Le dije, haciendo que su sonrojo aumentase aún más. Joder, parecía que iba a estallar.

-No lo puedo evitar, me pones demasiado- Afirmó. Yo le dije que parara un segundo, y me quité del todo el sujetador. Después, me tumbé en la cama y levanté los brazos hacia arriba.

-Adelante, tírate encima de mí, y prueba mis tetas sin vergüenza. Puedes masajearlas, estrujarlas, chuparlas o lo que quieras. Son tuyas- Kumi no se lo podía creer, seguro que su corazón iba a mil por hora. Como un perro busca un hueso, no tardó en lanzarse encima de mí, a recorrer mis tetas (que no es por nada, pero son de un tamaño considerable) con sus manos y boca. Que bien lo hacía, me estaba dejando la vagina como una balsa. Nunca me había mojado tanto en toda mi vida.

-Espera. Tengo algo que nos hará llevar esto a otro nivel- Afirmó, sacando de un doble fondo que había en uno de los cajones de su mesa de escritorio un vibrador morado que era extremadamente grande. -No sabes la buena combinación que hace esto y tus fotos- Añadió, haciéndome reír pícaramente.

-Nunca he usado uno, pero tampoco había estado nunca con una mujer, así que enciende esa mierda y juguemos un rato- Dije yo. Ella activó el juguete. Posteriormente, se quitó sus bragas y se lo metió en su coño, que estaba totalmente mojado.

-Ven, Sai, quiero probar algo- Me dijo Kumi. Yo me quite las bragas, y le dejé ver las cataratas del Niagra que caían de mi excitada vagina. Ella se acercó y insertó la otra punto del vibrador en mi coño, que ya empezó a sentirlo. Justo después se sentó encima mío y dejó caer todo su peso sobre el consolador. No sé como no pegó un grito de pura excitación, y despertó a sus padres. Seguro que eso se debía sentir exageradamente bien.

-Por favor, agarra mis tetas, pellizca mis pezones y besa mi espalda y cuello, quiero correrme como nunca me he corrido- Me susurró Kumi, dándome un beso desde su posición totalmente reveladora.

Yo obedecí.

¿El resultado? El desequilibrio mental de Kumi, la cual puso una cara totalmente Agehao. Ya que todo esto lo estábamos haciendo frente a un espejo, se podía ver a ella misma reflejada, y eso la excitaba aún más.

-Gracias, Sai. Vas a regalarme el mejor Squirt de mi vida. Voy a irme como una loca. Joder, no sé si voy a poder callar todo este placer. No quiero despertar a mi padres, pero creo que voy a gritar como una perra en celo- Me dijo, agarrando mis manos, que estaban pegadas a sus respingones pechos. De repente se me ocurrió como excitarla más.

-Imagínate que entran justo en el momento en el que te corres. ¿Que crees que dirían tus padres al ver a su hija venirse cual loba en celo por el placer que le está dando su mejor amiga?- Sus pezones, al hacer tal pregunta, se volvieron duros como diamantes, y entonces mordí su espalda con delicadeza, pero con pasión sexual.

-No te mentiré, también voy a correrme como una puta de mierda. Estoy asustada, tengo la sensación de que mi coño va a estallar cuando me corra- Le susurré a la oreja, mientras seguía envistiendo el consolador, proporcionando olas de placer a Kumi.



El clímax fue silencioso, por el hecho de que sus padres estaban en casa, pero fue el más brutal de nuestras vidas. Dudo que jamás nos volvamos a correr como aquella vez. Aunque ahora seamos pareja y sigamos follando como locas, esa fue la mejor sesión de sexo lésbico que tuvimos jamás.

jueves, 2 de febrero de 2017

Paizuri Pack Naruto

Hoy vamos a deleitarnos con el último de los grandes Animes de aventuras de los últimos tiempos que nos queda: Naruto.
Sus féminas están listas para sacaros todo el semen que tenéis acumulado.

Karin


Amo como esta pelirroja está chupando los saquitos de esperma del cabrón afortunado que está penetrando sus divinas urbes. Solo de pensar como se debe sentir correrse entre las tetas de esa diosa mientras descargas de placer golpean tus huevos me pongo duro como una roca.

Anko


Esta chica siempre me ha puesto la polla como un puto diamante, probar las tetas de un pivón como Anko es algo que hay que experimentar una vez en la vida. Joder, si yo hubiese tenido profesoras como estas, seguro que me hubiese motivado más para estudiar... ¡QUÉ BERZAS!

Tenten


Que sexy se ve esta increíble chica castaña. La verdad es que ver como esa carita con esos moños inocentes te hace una mamada mientras esas berzas descomunales se tragan tu pene debe ser motivo para ir a la cárcel si hace falta. Alucinante Paizuri. 

Kushina

¡Vaya madre que tiene Naruto! Toda una diosa. 
Con piel nívea cual copo de nieve y tetorras hábiles cual Ninja, aquí podemos ver como este pivonazo le saca hasta la última gota de leche al cuarto Raikage con las mejores tetas que ese cerdo probará en su vida.

Ino


De mis preferidas en Naruto. A pesar de no ser tomada muy en cuenta, tiene pinta de ser una total puta de mierda en la cama, y una ninfómana de mucho cuidado. Increíbles tetas que podrían convencer a un cura de adorar a Satán. 

Shizune


Me sorprende que no haya demasiado Fan Arts Hentais de esta mujer, en serio, es endemoniadamente sexy, y sus tetas aún más si cabe. De solo imaginar como debe ser derretirse entre esos malvaviscos mientras esta morenaza te sonríe pícaramente tengo una orgasmo brutal.

Ayame

Demasiados años de tensión sexual entre este pivón y Naruto, estoy seguro de que cuando se transformó en Hokage le ordenó que le hiciese la mejor Paizuri de su vida. 

Temari


Imagina que esta rubia cañón te saca el semen que has estado guardando por más de un mes.
Primero empieza masturbando lentamente tu pene, luego acelera el ritmo y masajea eróticamente tus huevos con su mano libre hasta que llegas al anhelado orgasmo. 

Konan

Esta chica es de mis preferidas, una diosa entre las diosas. Su pelo azul y esas tetas del tamaño de una ballena siempre me han puesto cachondo como el que más. ¡JODER! ¡Cómo me gustaría que me sacara todo el semen que he acumulado!

Sakura


Creo que esta belleza pelirrosa no necesita presentación, todos la hemos deseado, incluso Naruto. Aquí podemos ver como esta puta que no vale nada sonríe al afortunado que va a tener el mejor orgasmo de su vida entre esas berzas de locura. Solo imagina la textura de esas tetas...

Tokiwa


Tokiwa es una de las grandes desconocidas de Naruto. Esas tetas y esa cara de puta siempre me han puesto cachondo, y no podía faltar una escena Paizuri de ella. Esas mamas no pueden seguir olvidadas. 

Kurenai


Aquí tenemos una corrida entre las tetas de una de las diosas más sexys de Naruto, la cual está altamente infravalorada. Si fuese por mí, me correría como una manguera a presión y dejaría sus mamas, su cara y su pelo totalmente enlefados. 

Hinata


Para muchos, la chica más sexy de esta serie. Para mí, no. Es cierto, sus tetas y su personalidad están fuera de lo normal, pero hay una por encima de esta mujer la cual me ha producido mejores orgasmos. Digo todo esto, obviamente, sin ánimo de menospreciar a esta diosa, me quedaría con sus tetas en prácticamente cualquier caso. Naruto tiene mucha suerte de poder enlefar las berzas descomunales de este pivonazo. 

Tsunade


Sí, para mí, la mejor chica de Naruto es Tsunade, la tetona por excelencia. Solo de pensar en la textura de sus tetas y labios ya empiezo a producir líquido pre-seminal. Su Paizuri es al mejor del mundo, así que prepara bien tus huevos.